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11/07/2023

Gestión de tesorería

La tesorería de una empresa es una parte esencial para el día a día de cualquier negocio dado que de ella dependen tanto los pagos a proveedores como los cobros a clientes, entre otros conceptos. Además, una buena gestión de la tesorería evita problemas de liquidez y asegura el funcionamiento del negocio en el futuro. Cotidianamente manejamos términos como tesorería […]

La tesorería de una empresa es una parte esencial para el día a día de cualquier negocio dado que de ella dependen tanto los pagos a proveedores como los cobros a clientes, entre otros conceptos. Además, una buena gestión de la tesorería evita problemas de liquidez y asegura el funcionamiento del negocio en el futuro.

Cotidianamente manejamos términos como tesorería y liquidez de forma indistinta, pero es conveniente que sepamos su diferencia:

La tesorería se refiere a la gestión diaria de los flujos de efectivo y las cuentas bancarias de la empresa, incluyendo decisiones sobre el pago de facturas, la gestión de ingresos, el control de gastos, la administración de cuentas bancarias y la gestión de riesgos financieros.

Por otro lado, la liquidez se refiere a la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo (normalmente dentro de un año) utilizando los activos líquidos disponibles, como el efectivo y las inversiones a corto plazo. La liquidez se puede medir mediante ratios financieros como la ratio de liquidez inmediata y el ratio de prueba ácida.

Es importante tener en cuenta que la gestión de la tesorería es una parte fundamental de la gestión de la liquidez de la empresa, ya que la tesorería implica la administración de los flujos de efectivo y las cuentas bancarias de la empresa, que son precisamente los activos líquidos que se utilizan para cumplir con las obligaciones financieras a corto plazo. Sin embargo, es importante reconocer que estos dos términos no son completamente intercambiables y tienen diferencias en su significado preciso.

Por tanto, la gestión de la tesorería implica manejar también la financiación de las operaciones diarias de la empresa y ésta se puede obtener a través de cobros por el mero desarrollo de la actividad de la empresa o por los créditos que la empresa tenga.

Es importante tener un control sobre la tesorería pues permite organizar y gestionar todas las operaciones relacionadas con el flujo de caja. La definición técnica de flujo de caja (cash Flow), hace referencia al movimiento de dinero en efectivo que entra y sale de la empresa o un proyecto durante un periodo de tiempo determinado. Nos ofrece una información muy útil acerca de la capacidad de la empresa para pagar sus deudas. Por ello resulta una información indispensable para conocer el estado de una empresa.

Para los empresarios y los financiadores de la empresa, analizar el flujo de caja o de efectivo es muy importante, pues pueden prever el efectivo disponible de una empresa para un futuro. Esto sirve para analizar y determinar la viabilidad de obtener financiación.

La fórmula básica para calcular el flujo de caja es igual a beneficios netos más amortizaciones más provisiones. Las amortizaciones y provisiones se suman al beneficio neto para el cálculo del flujo de caja porque no implican una salida de efectivo como tal, incluso aunque se consideren un gasto. Si el resultado de la fórmula es positivo quiere decir que los ingresos que se convertirán en cobros de la empresa, en ese período, han sido mayores a los gastos que se convertirán en pagos, y viceversa.

La planificación juega un papel fundamental en la generación y prevención de los excedentes de tesorería. No obstante, se debe buscar un mecanismo que no nos lleve a tener excedentes de tesorería pues esto podría restar rentabilidad a nuestro negocio.

A la hora de tomar decisiones hay que tener en cuenta que los flujos de tesorería tienen ciertos componentes aleatorios, pero nunca se puede olvidar dos claves fundamentales:

– Trabajar desde la prudencia. Siempre debemos valorar qué podría pasar en el peor de los escenarios

Conocimiento exhaustivo de todos los flujos de efectivo, el plazo de cobro de nuestros principales clientes, cuáles son los gastos fijos de nuestra actividad, nóminas, impuestos, etc.

Una preocupación permanente de la dirección financiera es que haya liquidez para afrontar las deudas y que no haya excedentes de tesorería que resten eficiencia al departamento financiero. Si existe un exceso de tesorería son diversas las decisiones que podemos tomar, algunas de ellas, podrían ser:

  • Conservar un “colchón” para futuros imprevistos.
  • Mejorar el Capital Circulante. Hay que tener en cuenta, que no podemos sobrepasarnos, pues demasiada liquidez puede perjudicar a la rentabilidad de la empresa.
  • Pagar dividendos “extras”. Esto puede hacer que la confianza de los socios aumente, y externamente, se puede dar la imagen de que nuestros beneficios se traducen en flujos de caja. No debe ser un dividendo excesivo, es aconsejable realizar un informe razonable de porque se reparte ese importe extra de dividendos, pues podría verse como un indicio de falta de proyectos y expectativas.
  • Realizar nuevas inversiones. En todo caso, hay que valorar si las inversiones son oportunas y mantener un equilibrio en su financiación de manera que la proporción entre fondos propios y deuda que mantenga la empresa sea óptima.
  • Reducir la deuda con terceros. Podemos replantearnos la financiación de la empresa a corto plazo, amortizando algunas deudas.
  • Realizar préstamos. Prestar ese dinero puede ser una alternativa para generar una corriente futura de cobros, a medida que se vayan percibiendo su amortización e intereses, que ayude a la gestión de nuestra tesorería, analizando en todo caso la solvencia del deudor.
  • Aumentar el volumen de compra para aprovechar descuentos. Aunque esta decisión puede llevarnos a un riesgo de logística, pudiendo tener problemas para dar salida a esas existencias si son más grandes de lo habitual.

Para financiar la tesorería, las empresas pueden utilizar diferentes estrategias. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Establecer una política de cobro y pago: Por ejemplo, puede establecer plazos de pago más cortos para sus clientes y plazos de pago más largos para sus proveedores.
  • Utilizar herramientas de gestión de efectivo: Como la gestión de cuentas por cobrar y cuentas por pagar que pueden ayudar a la empresa a optimizar sus flujos de efectivo y reducir el riesgo de impago.
  • Negociar con los proveedores y clientes: Las empresas pueden negociar con sus proveedores para obtener plazos de pago más largos o mejores condiciones de pago, y con sus clientes para acelerar el cobro de las facturas pendientes.
  • Utilizar líneas de crédito y préstamos bancarios: Las líneas de crédito y los préstamos bancarios pueden proporcionar efectivo adicional a la empresa para cubrir necesidades de capital de trabajo y garantizar que haya suficiente efectivo disponible para la tesorería.

Por lo tanto, la eficiente gestión de la tesorería es una de las funciones más importantes de cualquier modelo de negocio, ya que pone en evidencia el nivel de liquidez y rentabilidad de la empresa, siendo de especial relevancia realizar las predicciones necesarias para alcanzar un buen equilibrio y que no se produzcan déficit ni excedentes en esta área.

Esperamos que hayas descubierto alguna clave que te ayude.

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