La gestión de actividades operativas es el proceso de planificación, coordinación y supervisión de las actividades diarias de la empresa necesarias para lograr los objetivos de una organización. Incluye la gestión de recursos, como el personal, el tiempo y los materiales, para garantizar una ejecución eficiente y efectiva de las operaciones diarias.

La gestión de actividades operativas también incluye la identificación y solución de problemas, la mejora continua de los procesos y la toma de decisiones en tiempo real para asegurar la consecución de los objetivos de la organización. Es un componente crítico de la gestión empresarial y es esencial para el éxito a largo plazo de cualquier organización.

Estas actividades pueden incluir la producción de bienes o servicios, la gestión de inventarios, la atención al cliente, la gestión de recursos humanos y muchas otras tareas esenciales para el funcionamiento de una empresa.

Las actividades operativas de la empresa están muy relacionadas con la cadena de valor, descrito por Michael Porter, en su libro “Ventaja Competitiva” definiendo dicha cadena de valor como el conjunto de actividades desarrolladas por una empresa para hacer llegar los productos o servicios producidos, por esta, al cliente final.

Este modelo describe las diferentes actividades que realizan una empresa para crear y entregar valor a sus clientes. La cadena de valor se divide en diferentes categorías de actividades, incluidas la investigación y desarrollo, la producción, la promoción y venta, y la entrega y servicio al cliente. Cada actividad genera costes y aporta valor a los productos o servicios que ofrece la empresa.

La idea detrás de la cadena de valor es que la empresa debe identificar las actividades que agregan el mayor valor y seguridad de que están optimizadas, mientras que los costes de las actividades que no agregan valor deben ser minimizados o eliminados. Al hacerlo, la empresa puede mejorar su rentabilidad y ofrecer productos o servicios de mayor calidad a precios más bajos a sus clientes. La comprensión y gestión de la cadena de valor es un aspecto crítico de la estrategia empresarial y es esencial para el éxito a largo plazo de una empresa.

En dicho modelo de cadena de valor, existen las actividades primarias, que aportan valor directamente y actividades secundarias o de soporte que no aportan valor directamente, pero ayudan a la creación del mismo.

Las actividades primarias son las actividades básicas o esenciales que realizan una empresa para crear y entregar sus productos o servicios a sus clientes. Estas actividades se encuentran en la cadena de valor de la empresa y pueden incluir:

• Investigación y desarrollo: Desarrollo de nuevos productos o mejora de los existentes.
• Producción: Transformación de materias primas en productos terminados.
• Distribución: Transporte y almacenamiento de los productos hasta su entrega a los clientes.
• Venta y promoción: Venta de productos a los clientes y marketing para aumentar la demanda.
• Servicio al cliente: Atención y soporte después de la venta para garantizar la satisfacción del cliente.

Estas actividades son cruciales para la creación y entrega de valor a los clientes y son el foco de la gestión de la cadena de valor. La eficiencia y eficacia en las actividades primarias puede tener un impacto significativo en la rentabilidad y el éxito a largo plazo de una empresa.

Las actividades secundarias son aquellas actividades que apoyan a las actividades primarias en la cadena de valor de una empresa. Estas actividades no agregan valor directamente a los productos o servicios de la empresa, pero son necesarias para el buen funcionamiento de la organización y el soporte a las actividades primarias. Algunos ejemplos de actividades secundarias incluyen:

• Infraestructura: Actividades relacionadas con la gestión y mantenimiento de los recursos y sistemas de la empresa.
• Recursos humanos: Actividades relacionadas con la contratación, formación y administración del personal.
• Tecnología de la información: Actividades relacionadas con la gestión y mantenimiento de los sistemas y tecnologías de la empresa.
• Procesos de compras: Adquisición de materiales y suministros para la producción.
• Finanzas: Actividades relacionadas con la gestión y control de las finanzas de la empresa.

Es importante que las actividades secundarias sean eficientes y efectivas, ya que pueden afectar el rendimiento y la rentabilidad de la empresa a largo plazo. La gestión eficiente de las actividades secundarias es crucial para el éxito de la empresa y para apoyar el crecimiento y el desarrollo de las actividades primarias.

El siguiente gráfico nos resume los componentes de la cadena de valor.

La implementación de la cadena de valor puede variar según la empresa y su sector, pero aquí te brindaré algunos pasos generales que pueden ayudar a guiar el proceso:

1. Identificar las actividades clave: Lo primero es identificar las actividades clave de la empresa y cómo se relacionan entre sí. Estas actividades pueden incluir la producción, el marketing, las ventas, el soporte técnico, entre otras.
2.  Analizar las actividades: Luego, se debe analizar cada una de las actividades identificadas para determinar cómo se agregan valor y cómo se pueden mejorar. Esto puede incluir el análisis de los costes, los procesos, los tiempos de entrega, la calidad, entre otros.
3.  Priorizar las mejoras: Después de analizar las actividades, se deben priorizar las mejoras que se pueden realizar. Esto puede implicar establecer objetivos específicos para mejorar la eficiencia, la calidad, la productividad, entre otros aspectos.
4.  Implementar mejoras: A continuación, se debe implementar las mejoras identificadas. Esto puede incluir la implementación de nuevas tecnologías, la reorganización de los procesos, la capacitación de los empleados, entre otras acciones.
5.  Monitorear y ajustar: Una vez implementadas las mejoras, se deben monitorear los resultados para determinar si se están logrando los objetivos establecidos. Si es necesario, se deben hacer ajustes para mejorar aún más la eficiencia y efectividad de la cadena de valor.

Es importante recordar que la implementación de la cadena de valor no es un proceso único, sino un esfuerzo continuo para mejorar el rendimiento y la competitividad de la empresa.

Esperamos que hayas descubierto alguna clave que te ayude.