Volver al blog

13/07/2023

El flujo de caja libre para el accionista (FCL)

El flujo de caja libre del accionista es un indicador financiero que mide la cantidad de dinero que una empresa puede distribuir a sus accionistas después de cubrir los gastos de capital necesarios para mantener y expandir su negocio. Este indicador se refiere por tanto a la cantidad de efectivo que queda disponible para distribuir […]

El flujo de caja libre del accionista es un indicador financiero que mide la cantidad de dinero que una empresa puede distribuir a sus accionistas después de cubrir los gastos de capital necesarios para mantener y expandir su negocio.

Este indicador se refiere por tanto a la cantidad de efectivo que queda disponible para distribuir a los accionistas después de que la empresa haya realizado todas sus inversiones necesarias para mantener su negocio y haya pagado sus obligaciones financieras.

En otras palabras, el flujo de caja libre para el accionista representa el dinero que la empresa genera después de haber pagado todos sus gastos, pagos de deudas y reinvertido en el negocio. Es decir, lo que queda disponible para que los accionistas lo reciban como dividendos o para que la empresa recompre sus propias acciones.

El flujo de caja libre para el accionista es un indicador importante de la salud financiera de una empresa, ya que muestra la cantidad de efectivo que la empresa puede utilizar para generar valor para sus accionistas a largo plazo. Además, también puede ser utilizado por los inversores como una medida para evaluar la rentabilidad de su inversión en una empresa.

Se trata de conocer que dinero efectivo queda a la empresa para aplicar las diferentes políticas de la empresa conocer el excedente para aplicar la política de dividendos y que afectarán a ese flujo de caja libre.  Dichas políticas las podemos resumir en 5  tipos:

  • Políticas de Gestión de circulante: La empresa aplica unos criterios a la hora de financiar a sus clientes, de gestionar su inventario para atender a sus operaciones, y negocia la financiación que deben darle los proveedores, y como consecuencia de ello, evalúa y controla sus necesidades operativas de fondos.
  • Políticas de inversiones: Igualmente, la empresa seguramente tendrá unos criterios o necesidades de inversiones que debe atender anualmente y que inciden directamente sobre la tesorería de la empresa, bien porque incrementa sus inversiones para afrontar crecimientos o bien porque necesita renovar sus activos.
  • Políticas Financieras: Las empresas mantienen unos niveles de endeudamiento para financiar sus activos, y anualmente deciden si necesitan más endeudamiento a largo o corto plazo o bien, si amortizan anticipadamente parte de sus deudas. También estos criterios influyen directamente sobre la tesorería de la empresa.
  • Políticas contables: Las políticas contables pueden influir en el FCL por la aplicación de criterios en las siguientes partidas contables: 
    • Depreciación y amortización: Dependiendo del método de amortización empleado, por la empresa, se generará más o menos gasto y por tanto, más o menos impuestos, lo cual influye en la generación de tesorería.
    • Reconocimiento de ingresos y gastos: Es frecuente que la empresa tenga criterios definidos sobre el momento de contabilizar los ingresos, la realización del corte de operaciones, valoración del inventario final del ejercicio, etc, que influyen claramente en el beneficio y en la factura fiscal de la empresa, y por tanto, a la generación de tesorería.
    • Provisiones y contingencias: Las empresas tienen la opción, a final del ejercicio, de reconocer provisiones o evaluar las incertidumbres en el futuro y eso determina que en contabilidad se reflejen dichas incertidumbres mediante el reconocimiento de provisiones para responsabilidades, por ejemplo, o para pagas extraordinarias que puedan generarse en el ejercicio siguiente, por lo que, dichas provisiones y contingencias afectan al pago de impuestos, a la retención de tesorería para atenerlas o para prevenirlas, por lo que también afectan directamente a la generación de tesorería.

Únicamente, después de aplicar las políticas anteriores, la empresa puede aplicar políticas de dividendos que sean coherentes con las anteriores, de lo contrario, es posible que la empresa este repartiendo lo que no puede repartir o bien, esté privando a los accionistas de la rentabilidad adecuada a sus inversiones y a la situación de la empresa, en definitiva, estará privando al accionista de su recompensa, por ello, el equilibrio en la política de dividendos es muy importante. La dirección de la empresa debe satisfacer las necesidades de los accionistas y de la propia empresa, equilibrio que a veces es difícil de conseguir.

 

El cálculo del flujo de caja libre (FCL) puede realizarse utilizando la siguiente fórmula:

FCL= Beneficio Neto + Amortizaciones y provisiones – Inversiones en el negocio – Pagos de deuda +/− Cambios en el capital de trabajo

 

A continuación, se detallan los componentes de la fórmula:

  • Beneficio neto: es el beneficio después de impuestos de la empresa.
  • Amortizaciones y provisiones: incluye los gastos que la empresa ha reconocido por la depreciación de sus activos y las provisiones que ha realizado para cubrir riesgos e incertidumbres.
  • Inversiones en el negocio: representa el efectivo que la empresa ha gastado en la adquisición de activos fijos o en el desarrollo de su negocio.
  • Pagos de deuda: incluye los pagos de capital e intereses realizados por la empresa para pagar sus deudas.
  • Cambios en el capital de trabajo: refleja la variación en el capital de trabajo de la empresa, que se compone principalmente de sus activos y pasivos corrientes.

Al restar las inversiones en el negocio y los pagos de deuda del beneficio neto más las amortizaciones y provisiones, se obtiene el flujo de caja libre disponible para los accionistas. Además, los cambios en el capital de trabajo también pueden afectar al flujo de caja libre, por lo que deben ser tenidos en cuenta en el cálculo.

 

Pongamos un ejemplo:

Supongamos que una empresa tiene los siguientes datos para el año fiscal x:

  •     Beneficio neto: 150.000 euros
  •     Amortizaciones y provisiones: 70.000 euros
  •     Inversiones en el negocio: 200.000 euros
  •     Pagos de deuda: 50.000 euros
  •     Cambios en el capital de trabajo: 10.000 euros

Entonces, el cálculo del FCL para el accionista sería:

  • FCL = Beneficio neto + Amortizaciones y provisiones – Inversiones en el negocio – Pagos de deuda +/- Cambios en el capital de trabajo
  • FCL = 150.000 + 70.000 – 200.000 – 50.000 + 10.000
  • FCL = -20.000 euros

La interpretación de este sencillo ejemplo, nos indica que la empresa tiene un FCL negativo, es decir, la empresa podría estar gastando más dinero del que está generando lo que podría derivar a un problema financiero. Si la empresa hubiera repartido los 150.000 euros del beneficio de x, habría cometido un grave error por no contemplar las necesidades de fondos para tender a las inversiones y al pago de las deudas.

El FCL, tiene algunas limitaciones, y por tanto, debemos tener en cuenta que hay otros aspectos a tener en cuenta, como son:

  • Cuando lo analizamos a largo plazo: El FCL, no tiene en cuenta el valor del dinero que cambia casi diariamente debido a las fluctuaciones en los tipos de interés, la inflación u otros factores. Igualmente, si el análisis es a largo plazo, la empresa debe tener en cuenta este indicador para analizar la salud financiera de la empresa, también a largo plazo.
  • Las políticas contables pueden influir: Ya hemos analizado anteriormente que los diferentes criterios de interpretación de la normativa contable, puede influir de forma determinante en el FCL, por tanto, esta limitación puede tener mucho calado si no se revisan bien estas políticas, de cara a un mayor fortalecimiento de la salud financiera de la empresa.

En definitiva, el FCL, aunque con limitaciones importantes,  es una buena herramienta para que los accionistas puedan comparar diferentes inversiones, valorar la recompensa por su dinero mediante dividendos o recompra de sus acciones o inversiones en el crecimiento del negocio, así como evaluar a largo plazo, la estabilidad de la empresa.

Esperamos que hayas descubierto alguna clave que te ayude.

 

Te puede interesar: