La primera cuestión a tener en cuenta es cuál es el objetivo de una auditoría.

Atendiendo a las Normas Técnicas de Auditoria emitidas por el instituto Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), se especifica que el objetivo de la auditoría de cuentas de las cuentas anuales de una entidad, consideradas en su conjunto, es la emisión de un informe dirigido a poner de manifiesto una opinión técnica sobre si dichas cuentas anuales expresan en todos sus aspectos significativos la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de dicha entidad, así como del resultado de sus operaciones en el periodo examinado, considerando los principios y normas generalmente aceptados. 

Si bien, podemos considerar otro conjunto de objetivos, complementarios de la elaboración del informe, como son:

• evaluación de la exactitud de los sistemas de información contable, revisando los registros y métodos de contabilización utilizados, comprobando si son ciertos, actuales y adecuados a la actividad
• evaluación de la economía y de la eficiencia de la gestión
• evaluación en el logro de los objetivos previstos y en salvaguardar el patrimonio
• comprobación de los métodos implantados, con las políticas, planes, procedimientos, leyes y reglamentos que le sean de aplicación

Una vez conocido el objetivo, vamos a definir qué actividades se pueden calificar como auditorías, sin que sean excluyentes.

1. En función del sujeto

Auditoría interna: El trabajo es realizado por un experto que depende de la empresa con la que mantiene una relación laboral estable. Es una actividad de evaluación que se desarrolla de forma independiente dentro de una organización, con el objetivo de revisar la contabilidad, las finanzas y otras operaciones. Es un instrumento de control que funciona por medio de la medición y evaluación de la eficiencia del control interno. 

Auditoría externa o financiera: El trabajo es realizado por un profesional independiente que mantiene una relación contractual exclusivamente relacionada con el encargo de realización de la auditoria. 

Auditorías públicas: Realizadas por funcionarios específicamente formados para auditar las cuentas de las administraciones públicas. Estos funcionarios (empleados públicos) no dependen del organismo público a auditar. En España se encuentran englobados dentro de la Intervención General del Estado.

Auditorías privadas: La auditoría la realizan profesionales habilitados por sus colegios o asociaciones profesionales, así como por registros oficiales del organismo público que regula la auditoria.

1. En función del objeto

Auditorías financieras o contables: Se refiere a la auditoria de los estados contables: balance, memoria y cuentas de pérdidas y ganancias.

Auditorías administrativas: Evaluación de los sistemas de control interno de la compañía. Es un examen detallado de la administración de un organismo social realizado por un profesional de la administración con el fin de evaluar la eficiencia de sus resultados, sus metas fijadas con base en la organización, sus recursos humanos, financieros, materiales, sus métodos y controles, y su forma de realizar las operaciones. Se divide en: 

. Auditoria operativa: actividad que tiene por objeto el examen de la gestión de la empresa con el fin de evaluar la eficacia de sus resultados con respecto a las metas establecidas. Análisis de la eficacia y eficiencia de los sistemas de la organización. 

. Auditoría de sistemas: actividad previa al planteamiento de la organización administrativa de una entidad. Su finalidad es el examen y análisis de los procedimientos administrativos de los controles internos de la compañía.

Auditorías en función del sector económico: Depende de la actividad que desarrolla la compañía auditada (bancos, eléctricas, constructoras, …)

Auditoría de calidad: Actividad interna de la empresa centrada en evaluar y analizar el sistema de calidad implantado en la empresa para garantizar el cumplimiento de los objetivos de calidad. Se fundamenta en la familia de normas ISO 9000.

Auditoría medioambiental: Actividad de análisis y evaluación del compromiso medio ambiental de las organizaciones y del cumplimiento de las normas EMS ISO 14.001.

1. En función del alcance

• Auditorías totales o completas: Se revisan la totalidad de las operaciones. Es referido su informe a la razonabilidad del valor del patrimonio, resultados y posición financiera de la empresa en su conjunto. Estas auditorías corresponden al examen de las cuentas realizado conforme a las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas.
• Auditorías parciales o de alcance limitado: Se centran en un área de la empresa o en una operación o conjunto de operaciones específicas, pudiéndose referir a un análisis con una limitación temporal o espacial, originando informes especiales.

1. En función del origen del mandato

• Auditorías obligatorias: Tienen su origen en una norma legal que se exige de forma imperativa cuando las empresas cumplen determinados requisitos o en los casos que sean consecuencia de una resolución judicial.
• Auditorías voluntarias: Éstas son contratadas libremente, aunque en ocasiones son consecuencia de lo dispuesto en los propios estatutos o de determinados acuerdos: contratos, convenios colectivos, etc. 

Por último, es importe conocer qué implica la opinión del auditor. Ésta se mostrará de forma clara y precisa en el informe de auditoría, expresando si las cuentas anuales reflejan la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la empresa o entidad auditada, así como de los resultados de sus operaciones y de los recursos obtenidos y aplicados en el periodo de examen, con referencia, especialmente, a los siguientes puntos:

-Si se han preparado y presentado conforme con los principios y normas de contabilidad generalmente aceptados, indicando de modo individualizado los que no se hubiesen aplicado y el efecto que ha implicado en las cuentas anuales.

-Si los principios y normas han sido aplicados de manera uniforme con relación al ejercicio precedente, indicando de manera individualizada, aquellos en los que se ha producido cambio y si estos cambios son adecuados a la imagen fiel de los estados contables.

– Si la no aplicación de uno o varios principios o normas contables implica un deterioro del marco de la imagen fiel.

– Si los acontecimientos producidos entre el cierre del ejercicio y la emisión del informe han supuesto un riesgo para la situación financiera de la empresa o la entidad auditada.

– Si se han producido infracciones de las normas legales o estatutarias que se hubiesen aprobado durante la realización de los trabajos y que puedan tener relevancia en la imagen fiel.

Cuando en la opinión elaborada por los auditores no existan reservas sobre los puntos anteriormente mencionados, la opinión será considerada como favorable.

Opinión favorable: Se manifiesta de forma clara y precisa que las cuentas anuales expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera, de los resultados de las operaciones y los recursos obtenidos y aplicados y contienen la información necesaria y suficiente para su interpretación y comprensión adecuada, siendo conformes con los principios y normas contables generalmente aceptados que guardan uniformidad con los aplicados en el ejercicio anterior. De aquí se desprende que únicamente se podrá expresar una opinión favorable cuando concurran las dos condiciones siguientes:

• El auditor haya realizado su trabajo, sin limitaciones, en función de la normativa vigente.
• Las cuentas anuales incluyen la información necesaria y suficiente para su interpretación y comprensión.

Opinión con salvedades: En el caso de que la opinión formada por el auditor reservas sobre los puntos mencionados anteriormente, se deberá manifestar en el informe incluya toda estas reservas y la opinión técnica será considerada como “opinión con salvedades”. Estas reservas deben ser significativas en relación con las cuentas anuales tomadas en su conjunto. Puede dar lugar a una opinión con salvedades cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:

• Limitación al alcance del trabajo realizado o cualquier restricción en el examen de las cuentas anuales, bien impuesta por la empresa o bien por las circunstancias propias del trabajo, como carencia de inventarios físicos, no permitir la circularización de saldos, no autorizar el acceso a auditar sociedades participadas o no facilitar información auditada de las mismas, etc. 
• Errores o incumplimiento de los principios y normas contables generalmente aceptadas, incluyendo omisiones de información necesaria.
• Fallos en los registros o en la interpretación.
• Incertidumbres cuyo desenlace final no es susceptible de una estimación razonable y no se tengan certeza ni por la empresa ni por el auditor, como pleitos en curso, asuntos fiscales, etc. 
• Cambios durante el ejercicio con respecto a los principios y normas contables generalmente aceptados, utilizados en el ejercicio anterior.
• Información insuficiente. El auditor deberá indicar en el informe las cuentas relacionadas, el hecho y el importe involucrado. Deberá considerarse la importancia relativa y el riesgo probable respecto a las cuentas anuales tomadas en su conjunto.

Opinión desfavorable: Se hablará de opinión desfavorable cuando las cuentas anuales en su conjunto no representan la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera, del resultado de las operaciones o de los cambios en la situación financiera de la entidad auditada, conforme a los principios y normas contables. Por ello, el auditor debe haber identificado errores, incumplimiento de principios y normas, defectos en la presentación de la información que afecten, de manera global, en una cuantía o en un concepto muy significativo, o en un número elevado de partidas, a las cuentas anuales.

Opinión denegada: Si en el desarrollo de la actuación como auditor de cuentas y en el momento de la opinión se encontrarán razones para abstenerse en la emisión de opinión por no tener evidencia suficiente sobre los puntos anteriormente mencionados, expresando la información necesaria, la opinión sería denegada. En ocasiones, la limitación al alcance de la auditoría o la incertidumbre, pueden provocar una opinión denegada. Una incertidumbre se considera como un asunto o situación de cuyo desenlace final no se tiene certeza a la fecha del balance, por depender que ocurra o no algún otro hecho futuro, ni la entidad puede estimar razonablemente ni, por tanto, puede determinar si las cuentas deben ser ajustadas, ni por qué importes. 

Independientemente del tipo de opinión emitida, el auditor deberá expresar, así mismo, si el informe de gestión concuerda o no con las cuentas anuales del ejercicio. Cada uno de los tipos de opinión originará un informe de auditoría diferente, en función de los párrafos explicativos de cada una de las salvedades encontradas en el desarrollo del trabajo.

De esta forma, esperamos que te hayan quedado claro algunos conceptos sobre la auditoría que debes manejar en tu empresa.